Silens Cachorro
Mensajes : 93 Fecha de inscripción : 21/12/2008 Edad : 36 Localización : Alicante, o en mi libreta
| Tema: Melodia de un Violin (parra, muy parra) Jue Ene 29, 2009 6:48 am | |
| Despertó... no reconocía el lugar, era familiar pero no lo localizaba en esa dolorosa cabeza... cerró los ojos y los volvió a abrir como si eso pudiera solucionar algo. Todo estaba confuso, solo avía una cosa en la cabeza, y eso era "esa" canción ¿por que tenia que ser precisamente "esa"? se preguntó a si mismo. La canción que le hacia recordar viejos tiempo, la canción que una vez le dio vida a una transición con tonos grisáceos. Parece ser que en ese instante todo comenzó. Le vinieron los recuerdos de los días pasados, golpeándole ferozmente y sin piedad. Todo comenzó ese día...
Con las manos llenas de sangre y aun desorientado, empezó a escuchar pasos que se dirigían rápidamente hacia el, como si quisieran arrollarlo. No sabia que hacer, estaba preocupado por los recuerdos que nuevamente revivió. No podía estar pasando, no podía ser verdad. Tiene que ser un error. Pero no estaba seguro de que es lo que pasó exactamente. Tenia deseos de salir de hay… Tenía miedo…
¿A que hacerle caso? ¿Al pánico? O ¿a las ganas de desaparecer y correr? Cada segundo era decisivo, no sabia que hacer. La situación era extraña, lo mas extraño era que aquellos recuerdos estaban acompañados con una banda sonora que no arreglaba nada. La maldita canción seguía sonando y cada palabra de esta hacia agravar la situación de su cabeza… empezó a correr, no podía aguantar mas. Todo se le escapaba de las manos, gota a gota, como la sangre que le resbalaba por la ropa…
Los pasos cada vez sonaban más fuerte. No sabia que hacer, intentó buscar algún camino que le alejasen de los pasos, pero no había nada. La única salida era una puerta. Y detrás de la puerta estaban los pasos que estaban a punto de alcanzarle. De pronto, el sonido de los pasos desapareció, todo estaba muerto. Lo único que se escuchaba era una respiración entre cortada que provenía de detrás de la puerta. El silencio fue asesinado por el sonido de una llave y por el pomo que empezó a girar.
De pronto, el pomo de la puerta dejo de moverse, había llegado al limite. La puerta de madera comenzó a abrirse con el acompañamiento de un chirrido causado por el oxido en las bisagras. Al terminar esta de abrirse completamente se dio cuenta de que no había nadie detrás de esta. Asustado y casi consumido por una desesperación desmedida salio corriendo por la puerta, escaleras abajo, sin saber exactamente el rumbo. Solo escapar…
Quedaban cinco escalones para que se terminara la escalera. Cinco pasos que se hicieron eternos. Al fin llegó lo que parecía un pasillo, cada vez le resultaba todo más familiar pero aun no lograba localizarlo en su mente…
El mismo pánico que le hizo huir escaleras abajo lo dejo paralizado. No sabia que hacer. Comenzó a andar lentamente hacia lo que se asemejaba a un salón. Tenía mucho miedo, no sabia que es lo siguiente que podría ocurrir. Ya no sabía nada y menos cuando una bandada de cuervos negros le nublaba los pocos pensamientos que le podían surgir…
Andaba sigilosamente, no por llamar la atención, si no más bien por miedo. Cuanto más avanzaba más se notaba que el suelo estaba pringoso por culpa de un líquido que teñía toda la alfombra. No sabia que era, pero le llamaba la atención, tenia el presentimiento de que ese liquido no estaba hay por casualidad. De pronto chocó con algo. Se agacho para ver lo que era y descubrió que solo era una pequeña mesa volcada. Todo estaba muy desordenado, como si hubiera ocurrido una gran batalla en ese pequeño salón…
Estaba todo patas arriba, los muebles arrancados de su sitio y ahora descansando en una posición que hacia mucho tiempo antes que no tenían. Habían dos cosas que destacaban en todo el desorden: la alfombra, que era demasiado oscura para que alguien normal la pusiera en el salón, y un bulto que no se veía bien que es lo que era exactamente. Un sudor frío le recorría todo el cuerpo y sentía como poco a poco perdía la consciencia…
Todo esta oscuro… el único sonido que se escucha es la sutil melodía de un violín. El rasgar de sus cuerdas le hacia entrar en un estado parecido al trance. Dejaba de pensar y de sentir cualquier cosa. Por alguna razón la música parecía que le llamaba y lo único que podía hacer era seguirle el compás paso a paso. Lentamente la dulce melodía lo envolvía. No era su canción, pero esa canción era lo único que existía en aquel momento…
La música le tenía poseído, era un títere errante buscando a quien manejaba los hilos. Solo podía hacer y pensar en eso. Todo estaba confuso, pero a la vez estaba claro. Era extraño, como todo en este ultimo día. Andando pausadamente y siguiendo las órdenes de los hilos que le sujetaban. Unos hilos formados por rasgueos y notas diferentes, enviando un mensaje que las palabras no podrían interpretar jamás...
De golpe la música dejo de sonar y poco a poco recuperaba la consciencia. Poco a poco recordaba las cosas. Su vida, que casi siempre había sido aburrida, sin muchos sobresaltos, siempre se quejaba de eso, pero dada la situación ahora la veía con otros ojos. De pronto recordó lo que sucedió antes de perder la consciencia. No podría creer el hecho de que aquel extraño bulto era la princesa a la cual siempre había amado. Y por unos instantes estaba delante de sus ojos, inerte, sin esa energía que le caracterizaba y por la cual empezó a amarla. ¿Había sido él el que la mató?¿que sucedió exactamente?. Estas son preguntas típicas de la situación, pero ya nada llegaba a su cabeza. Aturdido y consumido en una gran tristeza, casi rozando la apatía… estuvo mucho tiempo de pie en aquel sitio, tanto como su fuerza se lo permitía. Acabó en el suelo hasta llegar al borde de la muerte. Ya no le quedaba nada, salvo aquel sitio, la profunda tristeza y una apariencia famélica…
Fin
(Perdon por las faltas xDD) | |
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